Blog masónico de Ricardo E. Polo


domingo, 21 de febrero de 2010

A propósito de Tubal Caín


Por el V:. H:. Ricardo E. Polo

Dentro de las leyendas masónicas existe un personaje que posee pocas referencias, escasas tal vez, si se tiene en cuenta la significación que encarna. Igual ocurre en las Sagradas Escrituras respecto de Tubal Caín. A través del Génesis todo lo que sabemos de él es que fue hijo de Lamech y Zillah y poseía el cargo de "instructor de todos los artífices en el bronce y el hierro."

En el hebreo original no se logra hallar la versión común, pues lotesh no significa "instructor" sino "afilador," el que afila instrumentos. Según parece, el Dr. Raphall ha traducido el párrafo como "el que afilaba varias herramientas de cobre y hierro." Según podemos colegir, la versión autorizada ha consignado casi fundamentalmente la condición de Tubal Caín, señalándolo como el padre de los artífices. Y ha sido de tal manera como fue introducido en la historia legendaria de la Masonería, desde tiempos muy remotos

La "Leyenda de la Fraternidad," donde se lo denomina "el fundador del gremio de herreros" es la primera referencia que se hace de Tubal Caín. Esta parte de la leyenda la tomamos del manuscrito de Dowland, ya que su ortografía es la más moderna, pero podemos afirmar, de acuerdo a estudios enciclopédicos, que el relato es particularmente el mismo en todos los manuscritos antiguos de las Constituciones.

En el de Dowland puede leerse lo siguiente: "Antes del diluvio existia un hombre llamado Lamech, tal como se escribe en la Biblia en el cuarto capítulo del Génesis; y este Lamech tenía dos esposas, una llamada Ada y la otra Zillah; de su primera esposa Ada, tuvo dos hijos, uno llamado Jubel y el otro Jubal; y de su otra esposa tuvo un hijo y una hija. Estos cuatro hijos fundaron el principio de todas las ciencias en el mundo. El primogénito Jubel fundó la ciencia de la geometría y se ocupaba en conducir rebaños de ovejas al campo, y primeramente construyó casas de madera y de piedra, como se dice en el capitulo mencionado. Y su hermano Jubal fundó la ciencia de la música y las canciones de la lengua, del arpa y del órgano. Y el tercer hermano, Tubal Caín, fundó el gremio de los herreros que trabajaban en oro, plata, cobre, hierro y acero, y la hija fundó el arte de tejer. Y estos hijos sabían bien que Dios castigaría los pecados por medio del fuego o del agua, por cuya razón ellos escribieron las ciencias que habían fundado sobre los pilares para que fueran encontradas después del diluvio. Uno de los pilares era de mármol y no podía quemarse en el fuego; el otro era de latón y no podía hundirse en las aguas."

Una tradición de los antiguos Rabinos, asegura que Jubal fue el inventor de la escritura y de la música. Jubal habría escuchado decir a Adán que el mundo sería dos veces destruido. La primera por el fuego y otra por el agua. Se dice que entonces preguntó cuál de las dos catástrofes ocurriría primero. Sucedió que Adán se rehusó a darle tal información, y entonces Jubal inscribió el sistema de música que había inventado sobre dos pilares de piedra y de ladrillo. No obstante, una tradición más moderna en la Masonería, indica que la construcción de estos pilares es atribuible a Enoch.

Se dice también que Tubal Caín era célebre por sus conquistas guerreras y excedía a todos los hombres en fuerza y poder . Cabe mencionar que también existe un relato del protometalúrgico, que es posible hallarlo en el célebre fragmento de Sanconiatho. Este sostiene que Tubal Caín, bajo el nombre de Chrysor, que es sin duda una corrupción de chores ur en hebreo que quiere decir obrero que trabaja con fuego, o sea, herrero.

Digamos que Sanconiatho fué un escritor fenicio que suponemos viviera previo a la guerra de Troya, tal vez cuando Gedeón era juez de Israel, según lo consigna Sir William Drumond. Debemos indicar que éste escritor, compiló los diferentes relatos y tradiciones que existían en su tiempo sobre el origen del mundo. Al parecer, apenas un fragmento de la obra aún se conserva, que traducido al griego por Philo Byblius, lo insertó Eusebius en su Prae paratío Evangélica. Para dar seriedad al tema, digamos que tal documento ha sido copiado hasta el presente.

Los siguientes términos mencionan esa parte de la historia escrita por Sanconiatho, quien dice de Tubal Caín: "Mucho tiempo después de la generación de Hypsoaranios, nacieron los inventores de la caza y de la pesca Agreas y Alieas, de cuyos nombres el pueblo derivó su denominación de cazadores y pescadores y a quienes les nacieron dos hijos que descubrieron el hierro y la manera de trabajarlo. Uno de estos dos hermanos llamado Chrysor era hábil en la elocuencia y componía versos y profecías. Era el mismo con Hephaistos e inventó el anzuelo, el uso de la carnada para pescar,. el cordel y la caña, y fué el primer hombre que navegó sobre las aguas. Por lo tanto, fué adorado como un Dios después de su muerte y se le llamaba Diamichios. Se dice que estos hermanos fueron los primeros que inventaron los tabiques de ladrillo."

Tephaistos es la palabra griega que define al Dios al que los romanos daban el nombre de Vulcano. De aquí que Sanconiatho y la curios similitud de nombres y de ocupaciones, inclinaron a derivar el nombre de Vulcano del de Tubal Caín, por medios conocidos por los etimólogos. Omitiendo en Tubal Caín la T inicial, que es el artículo en la lengua fenicia, y su vocal nula, se forma la palabra Balcan que por la naturaleza permutable de la B y la V se transforma fácilmente en Vulcano.

"El Obispo Stillingfleet (Orig. Sae., página 292) dice: "Que Tubal Caín haya dado origen al nombre y al culto de Vulcano, pudo haber sido probablemente concebido tanto por la afinidad de nombres como porque Tubal Caín se menciona como instructor de todos los artífices en latón y hierro; y la misma relación que Apolo tenía con Vulcano, Jubal tenla con Tubal Caín, que fué el inventor de la música o el padre de todos aquellos que tocaban el arpa y el órgano que los griegos atribuyen a Apolo.

Voissius, en su tratado De Idolatría (libro I., capítulo 36), hace su derivación de Vulcano de Tubal Cain. Pero Bryant, en su Análisis de la Antigua Mitología (tomo I, página 139), niega la etimología y dice que entre los egipcios y babilónicos Vulcano correspondía a Orus u Osiris, símbolos del sol. Encuentra el origen del nombre en las palabras Baal Cahen o Señor sagrado. La etimología de Bryant puede ser adoptada, aunque sin relacionarla con la identidad de Vulcano y Tubal Caín. El que descubrió la utilidad del fuego puede muy bien, en la corrupción de la idolatría, haber personificado el mundo solar, la fuente de donde nace todo el calor. Podría parecer que Tubal es un atributo compuesto de la partícula definida T y la palabra Baal que significa Señor. Tubal Caín significaría entonces "el Señor Caín." Sin embargo dhu o du en árabe significa Señor; y esta misma significación del afijo la encontramos en sus varias formas permutables de Du, Tu y Di en muchas palabras semíticas. Pero la cuestión del origen idéntico de Tubal Caín y Vulcano ha sido finalmente solucionada gracias a las investigaciones de los filólogos comparativos. Tubal Caín es de origen semítico y Vulcano de origen ario. El primero puede encontrarse en la 'palabra ulka del sánscrito que significa marca de fuego, del que también se derivan las palabras latinas de fulgor y fulmen, nombres del rayo.

De la mención que se hace de Tubal Caín en la "Leyenda de la Fraternidad" la palabra fué hace mucho aceptada como de alta significación en los grados primarios, y varias veces se ha intentado darle una interpretación.

Hutchison, en un artículo inserto en su Espíritu de la Masonería dedicado a la consideración del tercer grado, se refiere a la palabra del modo siguiente:

"El Masón que se acerca a este estado de la Masonería pronuncia su propia sentencia confesando la imperfección de la segunda etapa de su profesión como probatoria del grado mayor a que aspira en el dístico griego tumbonchoeo, Struo tumulum: "yo preparo mi sepulcro; hago mi tumba en la polución de la tierra; estoy bajo la sombra de la muerte." Este dístico se ha corrompido vulgarmente entre nosotros con una expresión casi similar en sonido que es enteramente ajena a la Masonería y no tiene significado en sí misma."
Por muy ingenua que parezca esta interpretación de Hutchison, generalmente se sabe que es incorrecta.

Los modernos Masones ingleses y por medio de estos, los franceses, han derivado el Tubal Caín del hebreo tebel, tierra, y kanah, el tener posesión, y respetando muy poco las reglas gramaticales del idioma hebreo, interpretan estas palabras con el significado de posesiones mundanas.

En los cursos Hemmings, el sistema inglés autorizado, encontramos que la respuesta a la pregunta "iquest; Qué denota la expresión Tubal Caín?" es "Posesiones mundanas." Y Delaunay, en su Thuilleur (página 17) niega la referencia al protometalúrgico y dice: "Si nos fijamos en el significado de las dos palabras hebreas, fácilmente reconoceremos en su relación el secreto deseo de los Templarlos, de los Masones y de toda secta mística, de gobernar el mundo de conformidad con sus propios principios y sus propias leyes." Por fortuna, la verdadera significación de las palabras no autoriza semejante interpretación. El hecho es que aún cuando Tubal Caín se derivara de tebel y kanah, las reglas precisas de la sintaxis hebrea prohibirían fijar a su unión el significado de "posesiones mundanas." Semejante interpretación en los sistemas francés e inglés es por consiguiente muy forzada e inexacta.

El uso de las palabras Tubal Caín como significativas en el ritual masónico se deriva de la "Leyenda del Gremio" por medio de la cual el nombre se hizo común entre los Masones Activos y Especulativos; y se refiere simbólicamente y no históricamente a la reputación bíblica y tradicional del artífice. Si este simbolizaba algo, era precisamente el trabajo; y el trabajo de un Masón es adquirir la verdad y no posesiones mundanas.

La interpretación inglesa o francesa felizmente no ha logrado ser masivamente introducida en las logias simbólicas del escocismo.

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